A grandes rasgos los defectos puntuales se dan a nivel de posición individual de los átomos. Los principales defectos puntuales son los siguientes:

  • Vacancia (falta de un átomo en la red): son espacios vacíos en la red cristalina y pueden producirse durante el ordenamiento de los cristales (solidificación) o por un reordenamiento de un cristal ya formado. Este fenómeno es útil en procesos de cementación y nitruración de los aceros ya que las vacancias facilitan el movimiento de los átomos a otras posiciones.
  • Átomo intersticial: si la diferencia entre los tamaños aparentes de los átomos es mayor al 15% las soluciones solidas formadas serán intersticiales y se alojaran entre los espacios de los átomos del metal base (matriz o solvente).  El ejemplo más familiar es el de la solución de carbono en hierro.
  • Átomo sustitucional: Cuando los átomos de dos materiales A y B tienen más o menos el mismo tamaño la estructura cristalina no es afectada, esto significa que cierto número de átomos son sustituidos por átomos de B y ocupan posiciones “normales” dentro de la red cristalina. Por ejemplo: En el acero los átomos de hierro en una estructura cristalina pueden ser sustituidos por Cr, Mn, Co y Ni.